Afecciones de las uñas
Hongos
Esta afección puede comenzar con una pequeña mancha blanca o amarilla bajo el borde de la uña y, si no se trata a tiempo, puede extenderse y causar dolor, fragilidad e incluso la pérdida parcial o total de la uña.
Uso de calzado cerrado y poco transpirable
Exceso de sudoración en los pies
Caminar descalzo en lugares públicos húmedos (piscinas, duchas, gimnasios)
Lesiones o traumatismos en las uñas
Sistema inmunológico debilitado
Mala higiene o secado insuficiente de los pies
Uña encarnada
Corte incorrecto de las uñas (demasiado cortas o en forma redondeada)
Uso de calzado estrecho o de punta cerrada
Golpes o traumatismos repetidos en los dedos
Predisposición genética a tener uñas curvadas o ancha
Anoniquia (falta total o parcial de la uña)
La anoniquia es la ausencia total o parcial de una o varias uñas, ya sea en manos o pies. Esta condición puede ser congénita o adquirida como resultado de traumatismos, infecciones graves, enfermedades dermatológicas o tratamientos médicos agresivos.
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Malformaciones congénitas (presente desde el nacimiento)
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Traumatismos severos que destruyen la matriz ungueal
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Infecciones fúngicas o bacterianas avanzadas
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Enfermedades dermatológicas como el liquen plano o la psoriasis
Uñas negras
Las uñas negras suelen deberse a la acumulación de sangre bajo la uña (hematoma subungueal) como resultado de un traumatismo, aunque también pueden tener otras causas. Esta coloración oscura puede presentarse de forma parcial o total y, dependiendo del origen, venir acompañada de dolor, inflamación o incluso el desprendimiento de la uña.
Golpes o traumatismos directos (como correr o practicar deporte)
Uso de calzado muy ajustado que presiona la uña
Presencia de hongos o infecciones fúngicas
Problemas circulatorios o enfermedades sistémicas
